jueves, 23 de septiembre de 2010

True Blood, relato sureño

Puede parecer una obviedad pensar True Blood como un relato sureño, considerando que la representación del sur de Estados Unidos está en primer plano todo le tiempo en la serie. Sin embargo, el carácter "sureño" fue llevado al extremo durante la tercera temporada en un sentido literario: cada vez se asemeja más a los relatos góticos de Truman Capote, Carson McCullers y William Faulkner, entre otros escritores de la llamada literatura norteamericana del sur.
El escenario es el mismo: el sur, desolado, infinito y verde, muy verde. Los personajes también son los mismos; de la misma manera que ocurre en las novelas o en los cuentos de McCullers, en True Blood el protagonismo también recae sobre una joven blanca, ingenua y de corazón puro que encuentra el confort en los brazos de sus amigos de color, con quienes comparte la marginalidad. Por último, el conflicto, al igual que en Faulkner, también es el mismo, en tanto se trata de resolver la pregunta que recae sobre toda comunidad: ¿cómo vivir juntos?. Si bien al principio esto estaba problematizado por la presencia de los vampiros, devenidos minoría tras su salida del closet, la última temporada de la serie expandió el catálogo de parias. Al incorporar licántropos y mujeres-pantera, sumados a los metamorfos, el pueblo de Bon Temps en el que transcurre True Blood se convirtió en un espacio ténebre y amenazante, como el de Otras voces, otros ámbitos de Truman Capote, donde todos pueden ser monstruos.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Lost Highway o un estado de la cuestión del rock de los 90













Pocas bandas de sonido son tan contemporáneas con su contexto como la de Lost Highway. Producido por Trent Reznor, el álbum funciona primero como un quién es quién del rock alternativo de los 90, al mismo tiempo que lo historiza y marca su culminación (y posterior caída en desgracia).
Los 90 empezaron hacia fines de los 80 con el debut de bandas como Pixies y Nirvana. Si bien Kurt Cobain no se convertiría en el gurú de la Generación X hasta la salida de "Smells like teen spirit" en 1991, había una voluntad general por dejar atrás los sintetizadores y la música bailable para avocarse a la angustia y la melancolía distorsionada que venía proponiendo Sonic Youth. Fueron pocos los músicos de los 80 que sobrevivieron al recambio generacional, muchos quedaron en el camino, pero otros lograron atravesar el espejo de manera exitosa, entre ellos el entonces jovencísimo Trent Reznor.
Luego de pasar por un puñado de bandas industriales, hacia fines de la década del 80 comenzó a producir música bajo el nombre de Nine Inch Nails y se convirtió en la fábrica de lo que más tarde se definiría como el rock alternativo de los 90, cuya culminación fue The Downward Spiral (1994). Uno de sus primeros inventos fue Marilyn Manson, creado a su imagen y semejanza y perfeccionado hasta el último detalle en Antichrist Superstar (1996). Otra de sus criaturas fue David Bowie, que vio en Reznor el futuro de la música y decidió seguir sus pasos con Outside (1995). Los tres discos son inevitablemente contemporáneos: son tres álbumes conceptuales que proponen un mismo imaginario cyberpunk sobre la decadencia de un mundo que se encuentra próximo a su fin.
La reunión cumbre se produjo con el soundtrack de Lost Highway (David Lynch, 1997), que incluyó aportes de Bowie y Manson, pero también de otras dos bandas que del mismo modo ayudaron a definir el panorama del rock de los 90: Smashing Pumpkins y Rammstein. La banda de Billy Corgan hacía rato que venía escalando posiciones luego de tomar la posta de la deprimida Generación X tras el suicidio de Cobain. Para 1995 el éxito masivo les llegó de la mano de Mellon Collie and the Inifinite Sadness, también álbum conceptual sobre el ascenso y caída (esta vez de la juventud). Rammstein, por el otro lado, venía haciendo en Europa algo similar a lo que hacían Nine Inch Nails y Marilyn Manson en América; una vez abiertas las puertas por Reznor y cía, la banda alemana tuvo el éxito garantizado.
El año de salida del álbum de Lost Highway, 1997, fue un año bisagra para todos estos músicos, que pasaron del rock a la música electrónica en un afán por estar siempre con un pie en el futuro. Las canciones con las que colaboraron en la banda sonora son testimonios de este traspaso: "Apple of Sodom" de Marilyn Manson, ya despojada de la furia de Antichrist Superstar, se encuentra más cerca de la frialdad de Mechanical Animals (1998); "Eye" cumple con la vocación de Smashing Pumpkins por romper con su pasado y funciona como muestra previa de lo que sería su siguiente álbum, Adore (1998); "I'm Deranged" de David Bowie es el enlace que conecta el final de Outside con el principio de Earthling (1997); por último, "The Perfect Drug" de Nine Inch Nails rompe con el desenfreno de The Downward Spiral y abre el camino que conduciría a The Fragile (1999).
Si bien la decisión de renovarse y hacer algo completamente distinto es celebrarble, esto no fue bien recibido por el público y el rock alternativo de los 90 sólo pudo caer a partir de entonces. A pesar de las buenas críticas que recibieron álbumes como Mechanical Animals (el más celebrado de Marilyn Manson hasta la fecha) o Adore, las ventas cayeron, la atención se desvió para otro lado y para el año 2001 la posta la tomó una nueva generación encabezada por The Strokes, con sede en Nueva York. De todos modos, la herencia no se transmite de padres a hijos sino más bien de tíos a sobrinos, por lo tanto queda esperar a ver qué es lo que hacen las nuevas generaciones a partir de ahora con el legado de Trent Reznor.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Estamos juntas en esto

Foto de Darío Mazzanti

 














Paraná Porá de Maruja Bustamante es una obra de teatro cyberpunk. El mundo que plantea es un mundo apocalíptico en donde el desastre arrasó con todo y lo único que dejó es una balsa con dos mujeres, una embarazada y ambas enamoradas del mismo hombre muerto. La puesta en escena hace hincapié sobre estas condiciones, consistiendo únicamente en la embarcación maltrecha. Sin embargo, este planteo que podría lindar con lo bizarro, está hecho en función de algo más que la ciencia ficción; lo que se discute en la obra es la posteridad: ¿qué hacer después de la revuelta?
La Gringa (Mónica Bonelli) y la Polaca (Valeria Lois) son las dos sobrevivientes de la hecatombe que devienen Adán y Eva. La Gringa representa la figura femenina, extremada por su domesticidad y su embarazo, mientras la Polaca cumple con el papel masculino, principalmente por sus dotes de cazadora. Sin embargo, las dos siempre recuperan su condición de mujeres solas, abandonadas por un mismo hombre y obligadas a permanecer juntas a la deriva. Atrapadas en esa balsa, se vuelven dobles de Valentín y Molina de El beso de la mujer araña. En vez de contarse películas, se narran la una a la otra una misma historia (la del Santo, el hombre que las dejó), hilvanando de este modo, junto con la música en vivo de la arpista, un remedio para calmar el dolor. A pesar de la melancolía del relato, la nostalgia queda bloqueada por el futuro, puesto que de ese pasado no queda nada. Así, las dos protagonistas se convierten en Thelma y Louise, escapando en pos de un porvenir mejor hasta que la muerte las separe.
Paraná Porá se inscribe en el debate acerca de la comunidad (del cómo vivir juntos), pero también en el de la familia. Dejando al hombre por fuera, la relación que se establece entre ellas dos y el hombre por venir (el hijo de la Gringa) es la de la familia por fuera del orden patriarcal; es decir, la familia después de la ley de matrimonio: la familia del futuro.



FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Dramaturgia: Maruja Bustamante
Actúan: Monina Bonelli, Valeria Lois
ARPA: Sonia Alvarez
Escenografía: a77
Objetos: Carolina Villacorta
Maquillaje: Bimbo Godoy
Diseño de vestuario: Candelaria Aaset
Diseño de luces: Javier Casielles
Fotografía: Marcos López
Asistencia artística: Matias Gael Policano Rossi
Prensa: Debora Lachter
Producción: María Solari
Puesta en escena: Maruja Bustamante
Dirección de actores: María Urtubey
Dirección GENERAL Y PUESTA EN ESCENA: Maruja Bustamante

CIUDAD CULTURAL KONEX
Sarmiento 3131 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4864-3200
Web: http://www.ciudadculturalkonex.org/
Entrada: $ 35,00 y $ 25,00 - Miércoles - 21:00 hs

lunes, 13 de septiembre de 2010

Fire walk with me

Si hay algo que caracteriza a los personajes de David Lynch es su perdición. Se trata de sujetos cuyas suertes ya han sido echadas y el único camino posible es el espiral descendente. Laura Palmer (Sheryl Lee) de Twin Peaks: Fire Walk With Me (1992) es uno de los casos más claros. Perseguida y abusada por BOB desde los doce años, pierde de vista la categoría de futuro y se arroja hacia su propia muerte en el inframundo de aquel pueblo donde nadie es inocente. Dorothy Vallens (Isabella Rossellini) de Blue Velvet (1986) y Pete Dayton (Balthazar Getty) de Lost Highway (1997) también se hunden en el infierno suburbano. Ambos se convierten en instrumentos: Dorothy deviene el fetiche sexual de Frank Booth (Dennis Hopper) y Pete pasa a ser el chivo expiatorio de la venganza de Alice Wakefield (Patricia Arquette).
Hay una voluntad borderline en estos personajes, en el sentido de que sólo pueden realizarse llevando a cabo acciones extremas. Sailor (Nicolas Cage) y Lula (Laura Dern) de Wild At Heart (1990) representan una de las formas de desborde más características de David Lynch que es el amor. Solos contra todos, trazan una línea de fuga de ese mundo siniestro y amenazante y logran salir gracias a que se tienen el uno al otro. Sin embargo, ninguno de los demás personajes corre la misma suerte, excepto por Dorothy Vallens que logra salir gracias a la recuperación de su hjo.
Es el amor también lo que mueve a Laura Palmer (que deambula en busca de afecto de manera desesperada) y a Pete Dayton, obnubilado por la belleza de Alice Wakefield. De alguna manera vislumbran en el amor la única posibilidad de salida y es por eso que caen seducidos tan fácilmente. Es el caso de Betty Elms (Naomi Watts) en Mulholland Dr. (2001), seducida primero por Hollywood y después por la encarnación de ese mundo que representa Rita (Laura Harring), quien a pesar de borrar Hayworth de su nombre no deja a de portar ese fantasma del sueño americano. Nikki Grace (Laura Dern) en Inland Empire (2006) también cae rendida a los pies de la industria cinematográfica, en la que se pierde como Alicia en el país de las pesadillas.
Por último, la otra forma de perdición que tienen los personajes de David Lynch es la pérdida en el inconsciente. Ante una realidad hostil y un mundo cruel y sin la posibilidad de encontrar un refugio en el amor, la única vía de escape posible es la demencia. Es así como Fred Madison (Bill Pullman), luego de asesinar a Renee (Patricia Arquette) en Lost Highway se inventa una realidad alternativa, en la que todo cambia de valor negativo a positivo. Algo similar sucede con Diane Selwyn (Naomi Watts) en Mulholland Dr. Tras la imposibilidad de triunfar, tanto en el cine como en el amor, halla un remedio para calmar el dolor en su imaginación, donde pasa a ser Betty Elms, estrella en ascenso y mujer al rescate de Rita, que vive sólo para ella.
"Es un mundo extraño" dice continuamente Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan) en Blue Velvet y el amor es la única posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, el amor fracasa y lo único que se puede hacer es caminar con el fuego.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Un lugar llamado Urdinarrain

Foto de Darío Mazzanti
















Urdinarrain de Hernán Morán relata el encuentro familiar que se produce entre un grupo de hermanas a partir de la muerte de la madre. Si bien al principio la pregunta que motiva esta reunión es qué hacer con las cosas de mamá (incluyendo la casa en la que todas crecieron), lo que se pone más bien en discusión es una política de la convivencia: ¿cómo vivir juntos? ¿Cómo convivir con el dolor?
La idea de comunidad está en primer plano en la obra, no sólo por el hecho de que los personajes en escena sean todos miembros de un mismo grupo (la familia), sino porque están insertos dentro de un contexto físico particular como el pueblo (Urdinarrain, Entre Ríos, en este caso). Allí está la casa, que funciona como una versión en miniatura de la pequeña ciudad, cuyos límites son las sábanas colgadas para aprovechar el sol antes de que se aproxime la tormenta. Urdinarrain hace énfasis en lo público (es decir, lo político) en la medida en que la mayor parte de la acción transcurre en el espacio comunitario por excelencia que es el comedor, y los únicos otros dos espacios disponibles son el jardín y el fuera de escena (las habitaciones).
Alrededor de la mesa los miembros de la familia representan sus roles: el de la hija responsable, la tonta, la seria, etc. e intentan convivir pese a sus diferencias. Aunque el lazo es familiar, hay algo del orden de lo oculto en los personajes y en las situaciones. Ejemplo de ello es el fantasma (Pilar Abentín) que ronda todo el tiempo arrastrando su canto melancólico, pero también son los secretos que se van develando y sobre los que se especula a partir del chisme. En todos los casos lo que se descubre es lo siniestro, desde el gorrión que se le clava en el ojo al sobrino que llega de visita (Andrés Passeri), al accidente del niño en el jardín un día lluvioso.
El mundo representado en Urdinarrain es el de lo familiar, pero por detrás de eso está lo femenino que, como en las películas de Almodóvar y las novelas de Manuel Puig, viene aparejado con el dolor. Dolor por la pérdida que implica la muerte de la madre, pero sobre todo dolor por la soledad en la que se encuentran arrojadas cada una de estas mujeres.

FICHA ARTÍSTICA

Autoría: Hernán Morán
Actúan: Pilar Abentín, Maruja Bustamante, Mayra Homar, Andres Passeri, Adriana Pregliasco, Nadia Szachniuk, María Urtubey, Lourdes Invierno
Vestuario: Valeria Casielles
Iluminación: Javier Casielles
Realización escenográfica: Javier Casielles
Música original: Nadia Szachniuk
Ilustrador: Tulio Gómez Álzaga
Asistencia artística: Ezequiel Matzkin
Prensa: Carolina Alfonso
Producción ejecutiva: Valeria Casielles
Colaboración en dramaturgia: Ezequiel Matzkin
Dirección: Hernán Morán

SABADOS 21 HORAS
$40 Y $25 EST Y JUB

TEATRO LA CARBONERA
BALCARCE 996 (ESQ CARLOS CALVO)
RESERVAS AL: 4362 - 2651