
Es el jueves 26/08 a las 21 hs en CasaBrandon (Luis Maria Drago 236).
¡Los espero!
"Los hombres dan un sentido a su manera de escribir; con palabras, la escritura crea un sentido que las palabras no tienen en un principio" Roland Barthes
Martín Rejtman declaró a propósito de su primer largometraje: "Cuando hice Rapado, sentí que el cine argentino tenía demasiado diálogo, y encima malo. Odio los adornos, odio el artificio, odio cualquier cosa que sea innecesaria, porque en realidad no hay nada más allá de la pantalla". Se podría decir que la película (y también el libro de cuentos que lleva el mismo título) es consecuente con el plan de trabajo de Rejtman: el diálogo es nulo (no agrega nada, es mero protocolo, puro compromiso) y el minimalismo puede verse en cada movimiento de los personajes. Es que Rapado (1991) es un dign
o producto de los 90 y la generación X, una representación de la apatía (y angustia) adolescente al borde del fin de siglo. Signo de este mismo fenómeno es My own private Idaho (1991) de Gus Van Sant. A pesar de no ser su ópera prima, sí es quizás la película con la que se hizo famoso gracias a la presencia de River Phoenix, el rebelde sin causa de los 90. Rapado y My own private Idaho son dos posibilidades de un mismo relato: la adolescencia en el estado más puro de incomodiad, de imposibilidad de encajar, de perdición (o circulación sin sentido, que es lo mismo).
ejtman encuentra un sucesor en Esteban Menis y su película Incómodos (2008). Allí nuevamente nos encontramos frente a una incapacidad (que es casi una voluntad) de encajar por parte de sus tres protagonistas, la cual pone al viaje en funcionamiento: la película deviene road-trip, esa especie de novela de aprendizaje en movimiento. Una vez alcanzado el lugar de destino (que no necesariamente coincide con el punto de llegada planificado) se tiene la epifanía y se conoce, valga la redundancia, el destino (se aprende). Little Miss Sunshine (2006) de Jonathan Dayton y Valerie Faris es otra posible manera de resolver el mismo relato. El grupo de desconocidos es reemplazado por el grupo familiar (pero igualmente desconocidos entre sí), en el que la disfuncionalidad prima por sobre todas las cosas. Una vez más, todos los miembros de esta familia tienen problemas para encajar (laboral
mente y, por ende, en el mundo) y el viaje viene a cumplir el mismo papel revelador.
tiendo a los actores en perfiles vivos, en movimiento y de carne y hueso. Es así como siete arquetipos nos muestran sus mundos privados, que consisten en las fotos en las que han sido etiquetados, en los videos que desean compartir, en los eventos a los que asistirán, etc.
estipulado el recorrido, ya que generalmente no se categorizó nada y es posible pasar del retrato de Grace Jones a una flor siendo penetrada por un cuchillo para terminar en el cuerpo apolíneo de alguno de sus modelos masculinos. Sin embargo, sí hay un apartado reservado para la parte más gráfica de su obra, lo cual resulta un tanto confuso. Un recorrido posible de la muestra es el que proponen sus autorretratos, que van desde su más adorable juventud hasta su temprano desmejoramiento, marcando de alguna manera el orden de la muerte impuesto por la época y emulsionado tan cruelmente en ese retrato de sí mismo con la calavera en primer plano.