viernes, 12 de octubre de 2012

ÉXTASIS



















Me quiero ir ya de mi casa
Y el chico que me gusta no contesta los mensajes de whatsapp.
Entro al chat y busco al que sea.
Todos me hablan,
Pero nadie quiere concretar nada.
Miro en Manhunt y están los mismos de siempre:
Los que ya me cogí,
Los que no me dan bola
Y los que no tocaría ni aunque me persigan con un cuchillo.
Almagro29PAS agarra viaje,
Me dice que está de trampa
Y que puede ya.
Yo también puedo ya.
Mandamos foto, todo OK
Y salgo para su casa.
Es más lindo en persona,
Me hace pasar, subimos al ascensor,
Baja el sierre y me empieza a pajear.
“La quiero toda adentro” dice.
“Dale” le contesto.
Llegamos a su piso, entramos al depto
Y veo las cosas de su mujer por todos lados:
La cartera, el abrigo, el maquillaje.
No me da tiempo a nada y me la empieza a chupar.
“Mandámela así” dice.
“Con forro” le contesto.
Me mira incrédulo,
“La quiero a pelo” dice.
No lo pienso dos veces y se la mando.
Ya está dilatado y lubricado
Y me lo cojo en el sillón.
De parado, en cuatro,
Patitas al hombro, él encima mío,
Yo encima suyo.
Casi siento que me estrello en el cielo
Y acaba.
Me quedo atrás y él ya se está limpiando.
No me dan ganas de pajearme solo,
Así que me voy.
“Si me ves en la calle no me saludes”, dice
Y cierra la puerta.

***

Camino por la calle mirando para todos lados,
Busco a alguien que esté yirando como yo,
O al que sea.
Me paro en una vidriera y espío a la gente por el reflejo
Mientras fumo una tuca que encontré en el bolsillo.
Uno se para al lado mío y se empieza a tocar la pija.
No lo miro a la cara, no me importa.
El bulto se me va hinchando.
“¿Vamos?” pregunta
Y yo puedo leerle los labios en el vidrio.
Le digo que sí con la cabeza
Y lo sigo hasta la esquina,
Damos la vuelta y caminamos otra cuadra.
Él va adelante, me lleva
Yo lo sigo de lejos,
Pero a medida que nos acercamos
Lo voy alcanzando.
“Es acá”, dice y abre la puerta.
Es un negocio cerrado,
Cuando prende la luz veo que es una peluquería.
Decenas de cabezas de plástico
Con pelucas de todos los colores, estilos y tamaños,
Me miran desde las repisas.
“Chupámela un poco” dice
Y me empuja la cabeza hasta su pija.
Es enorme, casi no me entra en la boca,
Pero no puedo evitar metérmela hasta el fondo.
Me salen lágrimas y por un momento me pregunto
Por qué estoy llorando.
“Dale, sí, seguí” dice
Mientras me acaricia la nuca y me empuja hacia él.
No puedo pensar en nada
Y de repente me llena la boca de guasca salada, espesa.
Toso y escupo todo en el piso.
“¿Qué hacés? ¿Estás loco?” me dice
Y me echa a la calle con los dientes todavía pegajosos.

***

Ya casi no hay sol, se va haciendo de noche
Y no tengo a donde ir realmente.
Es sábado y la calle está llena de gente,
El celular vibra en el bolsillo,
Por un momento me siento optimista
Y pienso que es el chico que me gusta.
Es un mensaje de un número desconocido.
Dice “Qué hacés????”,
No tengo idea quién es, tampoco me importa
“Busco sexo, estoy por Abasto” le pongo
Y enseguida me pide que vaya a su casa en Flores.
“Tomate un taxi yo lo pago” me escribe.
Paro uno y subo.
No sé para dónde voy y el taxista se pone impaciente.
Manda la dirección por mensaje, se la digo
Y me recuesto en el asiento.
Me pregunto quién será,
Empiezo a hacer memoria,
Pero no me acuerdo de ningún amante de Flores.
Llego al lugar, pero no hay nadie.
Le pago al taxista con mi plata y bajo,
No sé bien dónde estoy,
Me quedo parado en la esquina
Y veo que viene alguien caminando para mi lado.
Ya me acuerdo de todo,
Pero prefiero hacerme el boludo.
“¿No te acordás de mí?” me pregunta
Y le digo que no.
Me mira con ganas,
Parece que mi promiscuidad lo pone al palo.
Entramos a su casa
Y se pone contra la pared con el pantalón bajo.
No me lo tiene que pedir de otra manera
Y le empiezo a chupar el culo.
“Seguí así, me encanta” dice entre gemidos
Y yo me lo sigo cogiendo con la lengua.
No aguanto más y se la apoyo,
Él no tarda nada en acomodársela
Y se la mete para adentro.
“Dale” dice y lo agarro del pelo
Y entro a darle duro.
Cierro los ojos y
No sé si es por el movimiento pélvico o qué,
Pero siento que soy parte de un mantra.
 “Voy a acabar” le digo
Dice que él también.
Todas las deidades en las que alguna vez creí me rodean:
Cristo, Lucifer, la madre tierra, Ganesha
Estallan en color pastel en mi cerebro.
Abro los ojos y me vuelvo a vestir.
No puedo pensar en nada,
Sólo siento la guasca pegoteándose en el calzoncillo.

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