viernes, 4 de febrero de 2011

El futuro

Tradicionalmente, el imaginario del futuro siempre estuvo poblado de autos voladores, rascacielos que trascendían la atmósfera, robots, etc. Sin embargo, inmediatamente después del año 2000 ese imaginario quedó truncado, junto con el género que más lo fomentó.
La ciencia ficción produjo hitos cinematográficos notables a lo largo de todo el siglo XX, desde la temprana Metrópolis (Fritz Lang, 1927) hasta The Matrix (Larry y Andy Wachowski, 1999), pasando por diferentes altibajos de acuerdo a la época y al contexto político. Conforme se iba acercando el fin del milenio, el imaginario del futuro se fue volviendo cada vez más oscuro y épico; es así como aparecen películas como Blade Runner (Ridley Scott, 1982) y Brazil (Terry Gilliam, 1985) en los '80 y Twelve Monkeys (Terry Gilliam, 1995) y The Fifth Element (Luc Besson, 1997) en los '90. El futuro hasta ese momento siempre fue el año 2000 y pico, y presentaba un mundo hiper-tecnologizado y, a la vez, devastado por este mismo hecho. Una vez alcanzado finalmente el año 2000, ese imaginario del futuro que había alimentado el siglo XX  se diluyó.
En primer lugar, toda la paranoia y especulación respecto de la llegada del año 2000 (desde el Y2k hasta las predicciones de Nostradamus) resultaron falsas. En segundo lugar, el avance desmesurado de la tecnología ya había dejado de ser producto de la imaginación, era real y cada vez se volvería más rocambolesco. Por último, la irrupción del 9-11 fue el último peldaño que hacía falta para la realización de un futuro que hasta ese momento permanecía en la esfera de lo imaginario.
La entrada al año 2000 (al siglo XXI) fue la entrada al futuro, que a partir de entonces se convirtió en el presente, y el imaginario del futuro cambió. Ya no hay autos voladores, ni rascacielos, ni robots; la velocidad de la tecnología ya no deja margen para la imaginación, los avances están a la vuelta de la esquina y todo se vuelve viejo y obsoleto apenas es producido. El futuro dejó de ser algo distante y pasó a ser algo inmediato. Es por eso que la ciencia ficción solamente puede imaginar futuros próximos, como el de Inception (Christopher Nolan, 2010) o el de Children of Men (Alfonso Cuaron, 2006). 

2 comentarios:

Mauro dijo...

Que no son futuros cercanos sino presentes alternativos, como las TAZ (temporary autonomous zones).

Anónimo dijo...

Se ve clarisimo esto que observas y a pesar de eso por ahi uno no se para a nalaizarlo, ni se percata. Buenisimo.
Lastima que hayas puesto como ejemplo a Inception al lado de peliculasas como Brazil y Blade Runner; se ve que no solo ha cambiado la tematica sino la profundida: desde Matrix 2 hasta Inception se puede suponer la pretencion de llegar a una complejidad intelectual que subestima al espectador y no supera a de peliculas como Miss Congeniality o High School Musical (aunque estas ultimas tienen el merito de no querer ser mas de lo que son)