lunes, 13 de septiembre de 2010

Fire walk with me

Si hay algo que caracteriza a los personajes de David Lynch es su perdición. Se trata de sujetos cuyas suertes ya han sido echadas y el único camino posible es el espiral descendente. Laura Palmer (Sheryl Lee) de Twin Peaks: Fire Walk With Me (1992) es uno de los casos más claros. Perseguida y abusada por BOB desde los doce años, pierde de vista la categoría de futuro y se arroja hacia su propia muerte en el inframundo de aquel pueblo donde nadie es inocente. Dorothy Vallens (Isabella Rossellini) de Blue Velvet (1986) y Pete Dayton (Balthazar Getty) de Lost Highway (1997) también se hunden en el infierno suburbano. Ambos se convierten en instrumentos: Dorothy deviene el fetiche sexual de Frank Booth (Dennis Hopper) y Pete pasa a ser el chivo expiatorio de la venganza de Alice Wakefield (Patricia Arquette).
Hay una voluntad borderline en estos personajes, en el sentido de que sólo pueden realizarse llevando a cabo acciones extremas. Sailor (Nicolas Cage) y Lula (Laura Dern) de Wild At Heart (1990) representan una de las formas de desborde más características de David Lynch que es el amor. Solos contra todos, trazan una línea de fuga de ese mundo siniestro y amenazante y logran salir gracias a que se tienen el uno al otro. Sin embargo, ninguno de los demás personajes corre la misma suerte, excepto por Dorothy Vallens que logra salir gracias a la recuperación de su hjo.
Es el amor también lo que mueve a Laura Palmer (que deambula en busca de afecto de manera desesperada) y a Pete Dayton, obnubilado por la belleza de Alice Wakefield. De alguna manera vislumbran en el amor la única posibilidad de salida y es por eso que caen seducidos tan fácilmente. Es el caso de Betty Elms (Naomi Watts) en Mulholland Dr. (2001), seducida primero por Hollywood y después por la encarnación de ese mundo que representa Rita (Laura Harring), quien a pesar de borrar Hayworth de su nombre no deja a de portar ese fantasma del sueño americano. Nikki Grace (Laura Dern) en Inland Empire (2006) también cae rendida a los pies de la industria cinematográfica, en la que se pierde como Alicia en el país de las pesadillas.
Por último, la otra forma de perdición que tienen los personajes de David Lynch es la pérdida en el inconsciente. Ante una realidad hostil y un mundo cruel y sin la posibilidad de encontrar un refugio en el amor, la única vía de escape posible es la demencia. Es así como Fred Madison (Bill Pullman), luego de asesinar a Renee (Patricia Arquette) en Lost Highway se inventa una realidad alternativa, en la que todo cambia de valor negativo a positivo. Algo similar sucede con Diane Selwyn (Naomi Watts) en Mulholland Dr. Tras la imposibilidad de triunfar, tanto en el cine como en el amor, halla un remedio para calmar el dolor en su imaginación, donde pasa a ser Betty Elms, estrella en ascenso y mujer al rescate de Rita, que vive sólo para ella.
"Es un mundo extraño" dice continuamente Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan) en Blue Velvet y el amor es la única posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, el amor fracasa y lo único que se puede hacer es caminar con el fuego.

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